Infancia y adolescencia


Los niños hablan un idioma diferente, pero eso no significa que no tengan nada que decir, tan solo hay que saber escucharlos… por lo que su cuerpo cuenta, y lo que ellos cuentan en sus sueños, en sus dibujos, con sus suspensos, con sus conductas a veces incomprensibles…
La infancia es la etapa vital que transcurre entre el nacimiento y la adolescencia.
Una etapa sumamente decisiva a la hora de desarrollarnos como personas en todos los ámbitos. Es en este momento cuando se da el mayor crecimiento físico pero también es un momento clave para crear nuestras primeras, y no menos importantes, relaciones sociales y afectivas.
Es en esta etapa donde se construye la personalidad del niño. De ello depende sus vínculos afectivos, sus experiencias y sus relaciones sociales.
Por todo esto, los niños merecen toda nuestra atención en sus primeros años de vida. Vitales y de gran importancia para su desarrollo posterior como personas. Esta etapa marcara el punto de inicio de cómo será su capacidad de resolver dificultades, de gestionarlas y solucionarlas, su resiliencia.
A través de sus inocentes sueños, sus delicados dibujos, sus intensas miradas y sus conductas… podemos descubrir mundos interiores llenos de miedos, inseguridades, preocupaciones…

La adolescencia es la etapa vital de los CAMBIOS por excelencia
Se dan cambios corporales que llevan a la aparición de rasgos de la adultez. También, poco a poco, se dan cambios a nivel mental que van acercándose a la mente de un adulto. Hay cambios de la escuela al instituto con la consecuencia de un cambio de amigos, ….
Ahora bien, la adolescencia también es una etapa intensa, donde todo se vive de una forma inexplicable, única y irrepetible. Es por eso, que a veces, cualquier cambio, grande o pequeño, puede devenir un huracán de emociones incontrolables.
Una orientación psicología en estos momentos puede ser determinante para poder gestionar y superar estos momentos y establecer un posterior desarrollo óptimo.